¡AY MADRE! COMO TE CAMBIA LA VIDA

Los hombres olvidan muy pronto.

Follar nunca fue tan fácil!

Ceferino terminó de hacer la caja. No pasa sino el aire por sus humildes piedras no hay pies que resistan caminar descalza sobre esta tierra. Con ellas vuelo sobre cada alucinación que se hace oasis. Siempre supo ella de mi estamento civil sin llegar a darle demasiada importancia pues pensó, como también pensé yo, que lo nuestro sería sólo un amor de verano. Impasible a las alarmas, a los cerrojos, al escarlata iridiscente de los luceros del mastín. La vuelta a casa sería otro cantar. Jamás lo consiguió.

Que fue tallador de fuste temido entre los martingaleros y valido en el ambiente gurda del escolazo, de aquel orgulloso Montevideo de los años cincuenta. Difícil, si los hay. Que lo amaba de verdad. Pregunta si un príncipe es algo tan valioso como para formar la guerra entre nosotras. Los hombres olvidan muy pronto. Yo le preguntaba entonces por qué lo compartía conmigo. Y diviso a lo lejos el caos, la angustia.

Portal erótico anticrisis

No aceptaba copas. La mujer que sueña va del príncipe al perro insignia de su infancia. Yo estaba con un grupo de amigos, en un aislado que tenía el boliche. Que fue tallador de fuste temido entre los martingaleros y valido en el ambiente gurda del escolazo, de aquel orgulloso Montevideo de los años cincuenta. Otra niña se nos acerca intrigada. Mi situación ante la academia no era inédita. No sé cómo, ni de qué forma, pasaron quince años. La huelo cerca.

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Cacique, tiemblo, sollozo y me estremezco. Con una sola carta ganaste: la santa paciencia. Podéis participar hasta el próximo miércoles. La buenahija empezaría el colegio y yo, refugiada en mi trabajo de mierda, me iría por las mañanas tan ricamente, sin preocuparme por despertarla, por vestirla y por ponernos en marcha en un nuevo día. Una amante de fierro. La saludé de lejos, no sé si me reconoció.

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