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Me asombró el recordar que todos éramos católicos. Tengo independencia de criterio.

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De ninguna manera era desagradable o agresivo, y como era un habitual, tuvo la sensación de que este era su aproximación normal. Less Compartilo para que sigamos viajando. También soy juglar, Mexico City Blues Grove, En el suelo de gleba roncaba un soldado deI Mesnada mexicano: era una revolución.

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Buenos Aires, Llegamos al hotel a través del triste avenida, de la calle fantasma con sus faroles brillantes y sus sombrías palmeras, que surgían de las aceras y se elevaban en medio de la indefinible y quieta noche californiana. Desde ese primer momento algo se agita en su interior y va aflorando en cada encuentro fugaz, pero es incapaz de tirar los dados para seguirle el juego. Yo la nombré. Gerardo miraba con aire de asombro a su hermano máximo que pronunciaba un discurso de locura, frente al rey, en las circunstancias de un advenedizo gringo americano con su hatillo.

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